Este es un experimento sencillo y fácil de hacer, para compartirlo con nuestros hijos e ir enseñándoles el maravilloso mundo de la ciencia, aunque con esto quizás los estemos condicionando.
1.- Consiste en meter un huevo fresco de gallina y cubrirlo con vinagre.
2.- Después de 48 horas, el huevo a perdido la cáscara y ha aumentado de tamaño, además de crearse una capa gomosa, hasta el punto que podemos hacer que rebote en el suelo sin romperse.
3.- La cáscara de huevo desaparece por la reacción del ácido acético del vinagre con el carbonato cálcico de la cáscara de huevo, que forma burbujas de CO2
La ósmosis explica el aumento de tamaño pues el agua contenida en el vinagre entra en el interior del huevo por la membrana semipermeable que lo cubre.
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